Últimamente se ha puesto de moda el tuteo en la relación personal. Tiene sentido entre iguales, pero realizado sin previo aviso tiene el peligro de ser percibido por tu interlocutor como una “invasión” de su espacio personal, pudiendo no ser muy bien recibido por éste y haciéndole sentir incómodo, sobre todo si se trata de una persona mayor u ocupa una posición social elevada. Recuerda que el trato de usted permite guardar las distancias. Cuando hables con tu interlocutor, esté sano o enfermo, procura llamarle de usted. Más adelante, si él te lo permite o te tutea, podrás tutearle.Ten en cuenta que es más fácil pasar del usted al tú, que lo contrario.
Excepciones: niños, adolescentes y conocidos.
El enfermero, por ejemplo, que acepta o fomenta el tuteo indiscriminado con sus pacientes, puede sentirse superior a ellos. El tuteo irreflexivo, la falta de "distancia terapéutica" y la "invasión psicológica" puede provocar la trivialización de las relaciones humanas y destruir señales imprescindibles para una relación social respetuosa con el paciente.
¿Qué opinas sobre el tuteo indiscriminado a los enfermos?
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